Puerto Nuevo, un relato fantástico en época de guerra

Entrevista a Ernesto J. Navarro por Hilda Cepeda De un pueblo petrolero de la Costa Oriental del Lago de Maracaibo, en Venezuela, surge la primera novela de Ernesto J. Navarro, periodista y poeta. Pero no sólo el argumento de su historia salió de esa pequeña ciudad, que arde de calor por las altas temperaturas queSigueSigue leyendo «Puerto Nuevo, un relato fantástico en época de guerra»

Puerto Nuevo. Capítulo 2

Ernesto J. Navarro La mortaja de papá Lionzo Lionzo Navarro tenía secretos, eso decían en la Sierra de Falcón. Los secretos estaban contenidos en un conjunto de oraciones, escritas a mano dentro de una libreta forrada con piel de chivo, y que él protegió hasta la tumba, sin abrírsela jamás a otro mortal. Mucho seSigueSigue leyendo «Puerto Nuevo. Capítulo 2»

Agota Kristof

Los números equivocados No sé qué pasa con mi número de teléfono. Se debe de parecer a muchos otros. No me quejo. Cada llamada es una distracción de mi monótona existencia. Desde que estoy en el paro, a veces me aburro un poco. No siempre, claro. Los días pasan asombrosamente rápido. A veces hasta meSigueSigue leyendo «Agota Kristof»

Notas de cocina de Leonardo da Vinci 

Adriana Morán Sarmiento. Hay libros que atrapan desde la primera mirada. Sí, el amor a primera vista existe. Luego al hojearlos, olerlos, tocarlos y sentirlos viene una segunda ráfaga de ímpetu. Leerlos se convierte entonces en un placer. Eso me pasó con Notas de cocina de Leonardo da Vinci, un libro que reproduce el CodezSigueSigue leyendo «Notas de cocina de Leonardo da Vinci «

Maru Leonhard

Transradio Dicen Andrés Beláustegui, editor de Compañía Naviera Ilimitada, y Claudia Arce sobre Transradio: «Siempre que empezamos a leer una novela inédita buscamos ese «resplandor» especial que tienen los buenos libros y que, a veces, puede llegar a esconderse en algo no del todo terminado. Con la lectura de la primera versión de Transradio, eseSigueSigue leyendo «Maru Leonhard»

Cantan los gallos en las cimas de los altos árboles

Anónimo. Dinastía Han Cantan los gallos en las cimas de los altos árboles;los perros ladran en lo profundo del palacio.Los vagabundos, ¿dónde están?El mundo, en las cuatro direcciones, está en paz.Las leyes penales no se condonany con la armonía se rectifican los nombres desordenados. Oro para las puertas de los señores;discos de jade para lasSigueSigue leyendo «Cantan los gallos en las cimas de los altos árboles»

Gustavo Di Pace

La palabra-latido Mientras escribía miró a su alrededor: ¿dónde estaba? Volvió a concentrarse. Tenía en la mano una palabra que latía y, con cuidado, la introducía en un enorme caldero hirviente. Lo hacía junto con otras y otras, para obtener la palabra dorada, brillante y todopoderosa. Giró la enorme cuchara en el líquido humeante sobreSigueSigue leyendo «Gustavo Di Pace»

Emiliano Pérez

Luna de otoño El mundo es un tapiz de sombra y sueñoFernando Pessoa La claridad flotaa la luz de las llamases difusalos rayos de sol desfallecennacen sombras insignificantesencierran la espesura del silenciouna calma inquietanteun espacio vacíouna bruma que palpitaLo bello no es una sustancia en síel mundo es falsola oscuridades inseparableno tengo piesme hundoen lasSigueSigue leyendo «Emiliano Pérez»

Norberto José Olivar

Notas caóticas escritas a oscuras 1- En mi biblioteca advierto sobrevivientes de antiguos horrores. De allí la necesidad de acercarme a estos testigos del mal, a sus pensamientos y reconvertir sus palabras en mi propia voz. Plagiar el dolor. Necesito su compañía para escarbar en miedos ajenos y conocer el propio. Explicarme las ruinas queSigueSigue leyendo «Norberto José Olivar»

«Hace algunos años me recluí en el mundo absoluto de la poesía»

Entrevista a Xavier Oquendo Troncoso por Ricardo Montiel Entrevistamos a Xavier Oquendo Troncoso, creador del prolífico El Ángel Editor, sello que ha publicado alrededor de 300 libros de autores ecuatorianos y del mundo y que, junto al Encuentro Internacional de Poetas y el Premio de Poesía en Paralelo Cero –de los cuales también es fundador–,SigueSigue leyendo ««Hace algunos años me recluí en el mundo absoluto de la poesía»»

Gabriel Payares

La ropa sucia del extranjero Siete años en Buenos Aires a través de sus lavaderos. Se sabe que en Buenos Aires abundan las librerías. Nadie, en cambio, se fija en las muchas lavanderías que hay. Su presencia es imperiosa en una ciudad donde hay pocos apartamentos con espacio y conexión para la propia lavadora; comoSigueSigue leyendo «Gabriel Payares»

Gladys Mendía

Selección Mientras conversamoscontemplo un pequeño pájarodesconocida melodíael vuelo siempre un misterio El pájaro vuelacon una rama en su picoedifica su hogaren el árbol como yo en el poemacomo nosotros en el sótano * Caminamosen el bosque de pinostroncos y ramasese verde exactomuy lejos de casaotra tierra nos sostiene Amamanta nuestra nostalgiala breve llovizna El bosqueSigueSigue leyendo «Gladys Mendía»

Flora Francola

Selección de poemas RECOGIMOS NUESTRO CABELLO como campesinos arando la tierra seca,esperando que la lluvia cumpliera viejas promesas. Esta noche mis zapatos sonsubmarinos en la avenida. Nosotros, que agradecemos al sol y a las nubes, quelloramos la misma sal del chubasco, ¿cómo podremos salvarnos cuando latormenta haya terminado? PLEGARIA Mar, desearía que llovieras.Las ciudades seSigueSigue leyendo «Flora Francola»

Pedro y el forró

Adriana Morán Sarmiento Eran más de las tres de la mañana y la gente quería bailar. Después de haber pasado la noche hablando sobre las diferentes culturas reunidas en esa fiesta, los encuentros amorosos, la situación económica y la política internacional, ya era hora de echar un pié. Héctor Lavoe o la Sonora pondrían la sazón. Sin embargo,SigueSigue leyendo «Pedro y el forró»

César Aira. Fragmentos

Aira y la influencia ¿La principal influencia en mi vida de escritor? Las historietas de Superman de los años cincuenta y sesenta. Ahí estaba todo lo que yo después quise hacer escribiendo y en cierta medida, hasta donde pude, hice. Los argumentos tenían muy poca psicología, en su lugar tenían siempre un sutil juego intelectual.SigueSigue leyendo «César Aira. Fragmentos»

Otra cosa, otra casa: Mary Oliver en Argentina

Ricardo Montiel. Decía Mary Oliver que caminar por el bosque la hacía feliz, porque sentía que desaparecía para ser parte de ese mundo que la rodeaba, que por alguna razón le había parecido siempre seguro. Iba escondiendo lápices en algunos árboles, no fuera que un verso la agarrara desprevenida, y hubiera recordado llevar solamente suSigueSigue leyendo «Otra cosa, otra casa: Mary Oliver en Argentina»