Fernanda García Lao

Tratado de la Errancia (un fragmento)* «Cuando los egipcios comenzaron a escribir sobre algo semejante al papel, dotaron a la humanidad de una memoria de fabricación humana”Lancelot Hogben Cuaderno N° 1 Introducción Quiero aportar mi visión en el fértil terreno de la huida. Es una visión histórica, lamentablemente. Los ejes del estudio serán la poblaciónSigue leyendo «Fernanda García Lao»

“Las mías deben ser historias de redención”

Entrevista a Pablo Di Marco por Adriana Morán Sarmiento Pablo Di Marco es un apasionado de los Beatles, los libros y el café. Es escritor, corrector y entrevista gente del mundo del libro para una columna que se publica en una revista colombiana. Si fuera librero recomendaría “volver a leer aquellas poesías, cuentos y novelasSigue leyendo «“Las mías deben ser historias de redención”»

Robin Myers

Poemas Lo demás ¿De qué se trata en realidad, esta necesidad de compararlo todo,de hacer que cada cosa se parezca a otra cosa, de abrirse paso a fuerza de metáforashacia un tipo de calma que no sea parecida a un andamio construido alrededor del aire, sino concretamente eso?Me senté en una iglesia en Masaya, Nicaragua,Sigue leyendo «Robin Myers»

Eleonora Requena

CLIFFHANGERS I Equilibrado entusiasmo de la mesa, en tanto no se le sobrecargue ni se le sobre exija De las cuatro patas, una es la más corta, el balance consiste en no mover un dedo Sería preferible una mesa japonesa y condescender a reclinarnos ante ella Mientras la mesa cojea de la tercera pata, laSigue leyendo «Eleonora Requena»

Norberto José Olivar

Frankenstein y la teoría general de la decadencia 1 La gente caminaba en fila india por el islote que divide los canales de la Circunvalación 2. Salían de entre los ranchos frente al abandonado club de profesores de la universidad. Iban sonámbulos, curtidos de sol y mugre. Cargaban cuñetes y baldes. Se dirigían a sacarSigue leyendo «Norberto José Olivar»

María Lucesole

Elegimos una dirección, sin querer, al azar.De repente vemos pasar cinco colectivos de larga distancia con gente dormida adentro.Carboni 18, Elvira 33, Arévalo 14.Acelero y dejo que la velocidad del camión que va adelante me succione.Ahora ya no miro; tengo la vista abandonada en el parabrisas, la mano cayendo desde la ventanillahacia la ruta.Acabamos deSigue leyendo «María Lucesole»

Néstor Mendoza

Dípticos contemplación INarciso Desconozco mi perfección, la ignoro: solo algunas noches, en siestas entrecortadas, acaricio repetidamente la piel de mis manos y mi cara, en un vano intento de comprender la fascinación de los otros. Ellos me ven y desean tocarme como si tocaran la sábana nupcial de los dioses. Este es mi cuerpo, pretendidoSigue leyendo «Néstor Mendoza»

Ryunosuke Akutagawa

En el bosque Declaración del leñador interrogado por el oficial de investigaciones de la Kebushi -Yo confirmo, señor oficial, mi declaración. Fui yo el que descubrió el cadáver. Esta mañana, como lo hago siempre, fui al otro lado de la montaña para hachar abetos. El cadáver estaba en un bosque al pie de la montaña.Sigue leyendo «Ryunosuke Akutagawa»

Miguel Sardegna

7 cuentos japoneses esenciales 1En el bosque, de Ryūnosuke Akutagawa Varias personas envueltas en una violación y asesinato dan su versión de los hechos ante un tribunal. La eficacia del relato se apoya en la multiplicidad de los puntos de vista: cada uno de los involucrados cuenta su propia versión de los hechos, su propiaSigue leyendo «Miguel Sardegna»

Ricardo Montiel

El fin del mundo (crónica libre) ¿Adónde haré volar el pensamientomientras limpio los vidrioso arrastro con ojos de trasnocheel carrito de limpieza, mientras, como el viento la genteviene y va todo el día? Empleado de Aeroparque ¿Por qué debería decirte algo que sea verdad? Margaret Atwood Hablar del fin del mundo en el avión: quéSigue leyendo «Ricardo Montiel»

Rosana Laura Canosa

Poemas Confesión Ando estrenando miseriastengo que mudarme de paíso de veredaromperme la inerciao algún hueso me enamoro de los filos de las cosas la medialuzla oscuridadla sombra pergeña un margen de horror no encuentro resquiciopor donde escapara un tiempo sin hojas cuadriculadas sigo a una hormiga que va mordiendo mi albahacaescucho cómo se desgarrala carneSigue leyendo «Rosana Laura Canosa»

María Soledad Fernández

Un perro en la puerta de la casa velatoria PRIMERA PARTE 1 Llego a la dirección que me pasó mamá por mensajito, hace un rato. “Liberaron el cuerpo. El velatorio es en 54 y 18, a las 7. No llegues tarde”. Mamá siempre tan dulce. No deja de aleccionarme ni siquiera en momentos como este.Sigue leyendo «María Soledad Fernández»

Hormigas sobre la moral

A propósito de Degenerado, la nueva novela de Ariana Harwicz Ismael Rimoldi ¿Cómo será sentir una montaña de hormigas carniceras abalanzarse sobre uno? Sentirlas  que se meten bajo la ropa, que nos clavan un millón de mandíbulas y que son tantas que la lucha es inútil. Al cabo de una hora, suponiendo que el corazónSigue leyendo «Hormigas sobre la moral»

Jorgelina Etze

Hombre al agua Nuevas formas crecenSon tan atractivasQuiero descansar de todo ayer“Hombre al agua” Soda Stereo Recuerdo el susto.Y el frío. Un frío punzante. Como si miles de alfileres me perforasen la piel, los ojos, la sangre.Pero la caída no. La caída no la recuerdo.Bueno, ahora sí la recuerdo. Pero al principio no. La caídaSigue leyendo «Jorgelina Etze»

Pablo Martínez Burkett

Noche de guardia Una abjuración no me bastó; descubrí que muchas veces yo había entrevisto la espantosa verdad.ADOLFO BIOY CASARES – En memoria de Paulina Sé que habrá escuchado anécdotas sobre las guardias nocturnas. Hechos de violencia, accidentes automovilísticos, domésticos y también sexuales. No digo que no sucedan, pero la gran mayoría de los casosSigue leyendo «Pablo Martínez Burkett»

Lautaro Vincon

Casas perdidas También mueren los lugares donde fuimos felices.JULIO RAMÓN RIBEYRO, Prosas apátridas 1 Sabían que iba a llover porque la cancha se había llenado de aguaciles. Aparecían cada vez que se avecinaba una tormenta. Luciano pateó el último penal. Alejandro le gritó que iba a fallar. La pelota dio una comba, rozó el ánguloSigue leyendo «Lautaro Vincon»

María Silvia Biancardi

Choperas — Lo pintamos un poquito y le saco como trescientos pesos de alquiler —dice José—. Podría andar muy bien como verdulería—. Mercedes lo mira por encima de los anteojos. Cuelga el bolso de las lanas en la silla.—Sí, acá hace falta una —responde mientras se sienta en el borde de la cama y ordenaSigue leyendo «María Silvia Biancardi»