César Aira. Fragmentos

Aira y la influencia

¿La principal influencia en mi vida de escritor? Las historietas de Superman de los años cincuenta y sesenta. Ahí estaba todo lo que yo después quise hacer escribiendo y en cierta medida, hasta donde pude, hice. Los argumentos tenían muy poca psicología, en su lugar tenían siempre un sutil juego intelectual. Éste se desprendía de las premisas. Superman tenía poderes casi absolutos: podía ver a través de los cuerpos, ver y oír sin importar la distancia, desplazarse a la velocidad de la luz, mover planetas con una mano. Es decir que estaba en una posición de Absoluto, que es donde empiezan los mejores juegos de ideas. De modo que su archienemigo, Lex Luthor, debía urdir planes tan ingeniosos como gambitos de ajedrez para derrotarlo (no se trataba sólo de fuerza o poder, eso quedaba descartado), y Superman a su vez debía superarlo en ingenio… A Superman lo afectaba una sola sustancia: la Kriptonita, de la que había tres variedades, la verde, que lo debilitaba, la roja, que le producía efectos impredecibles (se quedaba ciego, o calvo, o se ponía a contar chistes incontrolablemente, o cualquier otra cosa), y la dorada, que lo despojaba de sus poderes definitivamente y para siempre. Como se ve, apasionantes desafíos intelectuales para el joven lector. También estaban los enemigos provenientes de otras dimensiones (como el señor Mxptlx, un peligrosísimo arlequín que se colaba en la realidad desde la quinta dimensión donde vivía y a la que sólo Superman podía hacerlo regresar mediante tretas), los mundos paralelos (el mundo Bizarro, donde todo funcionaba al revés), las historias hipotéticas insertadas en la historia “real”, las trampas lógicas, las reglas de juego que se respetaban escrupulosamente y que valía la pena respetar.

                Los cuadritos eran una grilla perfectamente regular, el dibujo, un prodigio de economía y legibilidad, y los colores, sobre todo los colores, claros, hermosos como un amanecer o como el pensamiento cuando se enfrenta a la aventura de la inteligencia.

                De ahí, pasé directamente a Borges. Esas maravillosas historietas me habían preparado para el goce y el ejercicio pleno de la literatura. Y las revelaciones posteriores (Lautréamont, Marianne Moore, por nombrar dos) se fueron encadenando en ligeros desplazamientos guiados por el hechizo persistente de los dibujos, los colores, la visibilidad intensa de las reglas de juego de la ficción de Superman.

De Continuación de ideas diversas (2014)


Aira y el trabajo del escritor

El trabajo del escritor, como todo trabajo por otra parte, no puede adoptar otra modalidad que la del infinito. Nunca se dejará de escribir; no importa la brevedad de la vida, porque no se trata exactamente del tiempo tal como podemos pensarlo, sino de un tiempo que se hace infinito volviendo sobre sí mismo, en forma de espacio. Ese espacio es el texto. El texto ya escrito, con el que se enfrenta el lector, es una extensión dada. Por dentro de esa extensión persisten las tensiones que la hacen incierta; el autor puede tomar cualquier decisión en cualquier momento, y cuanto más libre haya sido para tomarla, mayor será la adhesión del lector a esa ecuación de lo infinito del texto y lo infinito del escritor.

De Copi (1991)


Con todo, creo que es por eso que estoy escribiendo aquí, en el hotel, a medida que pasan las cosas, sin darme tiempo para reflexionar y estructurar artísticamente la experiencia. Lo estoy viviendo. Lo estoy improvisando… Aunque el aire de ceremonia neurótica que tiene el asunto lo aparte de la vida libre y repentista; es más bien el ritual de un mito extraño, que sin embargo está saliendo a la luz en el mismo proceso.

De “Duchamp en México”, El cerebro musical (2016)


En este punto, cuando estaba a punto de tirar por la borda el concepto de “cosa mentale”, se le ocurrió una idea que podía ser salvadora. En lugar de perder la libertad buscando la perfección en el arte, buscar la libertad y dejar que el arte se las arreglara solo. Mmm… Interesante voltereta. Le gustaba. Se relamió, como el gato con el ratón a su merced. Desplazar la idea de perfección del arte a la libertad. En contacto con la libertad, la perfección se sacaba de encima sus engorrosos requisitos y dejaba ver los hermosos colores con los que había nacido.

De Pinceladas musicales (2019)

Barcelona 24 04 2018 Icult Cesar Aira escritor FOTO de FERRAN NADEU

Publicamos estos fragmentos de César Aira a propósito del Prix Formentor de las Letras 2021 por sus más de cien obras publicadas. El premio destaca su «infatigable recreación del ímpetu narrativo, la versatilidad de su inacabable relato y la ironía lúdica de su impaciente imaginación».

Selección de Ricardo Montiel.

Revista Muu+ Abril 2021

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