Entrevista por Adriana Morán Sarmiento
Esta es la historia de un ciclista que se volvió artista plástico. Es la historia de Rafa Macarrón, un pintor al que no le gusta repetirse. Ese que dibujó un perro haciendo caca y muchos personajes sin rostro, deformados. Un español que cree en el lienzo y en la evolución del arte.

Nació en Madrid en 1981. En el año 2006 tuvo su primera muestra individual y, desde entonces, no ha dejado de pintar y de exponer en España y otras ciudades del mundo. En Latinoamérica, expuso por primera vez en la 8ª artBO, Feria Internacional de Arte de Bogotá, gracias a su galería representante Distrito 4, ubicada en Madrid. En el 2009 recibió el primer premio del Certamen Internacional de Pintura Royal Premier Hoteles; y en el 2010, del Certamen de Pintura Jóvenes pintores Fundación Gaceta y de los afamados BMW de Pintura.
-¿Los premios consagran?
-Los premios son importantes, te dan un impulso y además es una manera de darte a conocer entre el jurado casi siempre compuesto por críticos e intelectuales del arte, pero no creo que sin un trabajo diario te lancen al «estrellato».
Si se trata de ismos, la pintura de Rafa Macarrón se ubica entre el expresionismo y el surrealismo. Cuerpos delgados soportan grandes cabezas deformes, personajes inmersos en la escena cotidiana y apacible.

-¿En que se basa la creatividad?
-En primer lugar, en un don que uno lleva dentro, pero que tiene que trabajar y cultivar. La creatividad es fundamental para el artista, me atrevería a decir que sin creatividad no hay artista, hay artesanos, pero no artistas
-De la creatividad surge de la crisis. ¿Cómo podría pensarse esta idea en la España actual?
-Me gusta pensar que una crisis no es más que un cambio de paradigma, algo que sucedía hasta la fecha y que de repente cambia. La crisis es algo inherente a la evolución artística en el sentido que todo artista debe, cada cierto tiempo y de manera más o menos cíclica, repensarse y renovarse. En este sentido el ambiente externo, cultural, el de la sociedad influye en el artista por supuesto, y qué duda cabe que por ejemplo los momentos de entreguerras han hecho que grandes artistas realicen grandes obras. Sin duda, lo que sucede en España ahora puede llegar a ser una oportunidad de revolución artística.
-¿Un artista no se hace sin galería que lo apoye?
-Al día de hoy las galerías juegan un papel fundamental a la hora de apoyar y proyectar internacionalmente a los artistas. Sin ellas nos convertiríamos en artistas locales y en un mundo global esto es prácticamente insostenible.
-¿Hay que ser “profeta en su tierra” o mirar al exterior?
-Mirar al exterior. Muy pocos han sido profetas en su tierra
-Has dicho varias veces que cada obra que produces es bien pensada y estructurada ¿te ha provocado romper ese molde?
-Continuamente rompo ese molde, intento hacer una pintura muy directa. Paso de un dibujo en formato A4 a un cuadro de tres metros. Me gusta que la pintura sea rápida y fluida para darle vida, pero eso no significa que no haya un trabajo previo, de muchos bocetos anteriores. Esto hace que enfrentarme al lienzo no sea un «empezar de cero»
-¿Algún otro molde que quieras romper?
-Mi actual proyecto consiste en trasladar mis personajes a escultura. Ahora estoy aprendiendo el oficio como quien dice y los resultados están siendo muy óptimos.
-Tomando en cuenta tus acercamientos a la arquitectura ¿Cómo interpretas el concepto de ciudad en la obra?
-Pues como un espacio más donde encuadrar mis personajes. Para mí lo importante es el espacio, pero claramente las ciudades son un gran recurso que me llevan a pensar en agitación, movimiento… un no parar.
-¿De dónde surgen los personajes deformados?
-De mi vida diaria. Son personajes que forman parte de mí. Me impresiona que en el mundo haya tantos seres humanos y que ninguno sea igual. En mi pintura eso también pasa.
-¿Tienen algo de ciclistas?
-Seguramente sí. Muchos de ellos están en mi mente desde mi época de ciclista, los largos entrenamientos me ayudaban a crearlos.
-El gran formato aumenta la propuesta, ¿también el ego?
-Un gran formato bien trabajado sí. Por supuesto.
-¿La inspiración llega por mandato divino?
-La inspiración hay que cultivarla. No es algo que surge de la nada, en cualquier momento y sin previo aviso.
-Sin embargo, el arte es disfrute.
-Por supuesto.
Revista Muu+
Abril 2018