Por: Agustín Baralt.La despedida duele y asusta más que la muerte misma. La contabilidad del dolor: 103 días y sus noches acompañando a un padre que se olvidó de la vida. Luego, queda el silencio y una rara sensación de cansancio. Pero despedir una vida también conlleva a una revivir los orígenes propios, a laSigueSigue leyendo «Que quede entre nosotros de Fafi Ricagno»
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