Una inmigrante venezolana, profesora universitaria, gestora cultural y actriz, decide abrir una compañía de teatro en Houston. Convoca a un par de amigos y nace Teatro Loft. De esto hace ya un año y dos puestas en escenas.
Con la atención puesta en temas que convocan a miles de hispanos en Estados Unidos, Teatro Loft se convierte en un espacio para la creación y el aprendizaje del teatro en Español. Con perspicacia y sencillez deciden montar «Nuestra Señora de las Nubes», la obra del dramaturgo argentino Arístides Vargas.
En un escenario vacío que advierte ser una estación de tren en la que ven pasar sus vidas, Oscar y Bruna se enfrentan una y otra vez a través de una serie de viñetas, a menudo sin recuerdo de haberse conocido, con la misma pregunta en sus corazones: ¿De qué país eres?
Exilio, hogar y recuerdos son los fundamentos que se exploran de manera soñadora en una interpretación inventiva que hace Teatro Loft de “Nuestra Señora de las Nubes”.
Dirigida por Georgina Palencia, quien encara la actuación junto a César Morillo, la obra se estrenó en Houston, en julio 2024.
“Nuestra Señora de las Nubes” se centra en dos extraños que buscan desesperadamente una conexión entre ellos y con su pasado, nostálgicos de hogares que sólo permanecen en los límites de la memoria. Ambos actores son virtuosos en la transformación: interpretan nada menos que una docena de personajes, desde una anciana y un niño medio tonto hasta un gobernador y su esposa, una niña tímida y un padre autoritario, con gracia y fluidez.
Oscar y Bruna se cuentan historias de su país: recuerdos fantasiosos de corrupción, persecución; también de incesto, dolor, nostalgia por algo que no se puede definir por qué debería extrañarse.
“El acento se pierde fácilmente…” dice Oscar – “…como la virginidad”, finaliza Bruna. Terminan las frases del otro; son dos mitades de la misma persona. Pero esa persona no es una persona amorosa, es una de nostalgia, es una que siempre está mirando hacia atrás.
A través de estos zigzags se revela el dolor del exilio, el dolor de la alteridad, del desplazamiento y de la búsqueda incesante del hogar. La obra también es la voz del dramaturgo Arístides Vargas quien, a fines de 1975, con apenas veintiún años, se vio forzado a salir de la Argentina, víctima de la represión.
Esto no quiere decir que sea una actuación de mano dura; hay muchas notas de humor, con un realismo mágico y pura poesía en muchas de las líneas, “los pájaros son animales que no tienen memoria”.
“Nuestra Señora de las Nubes” ha sido interpretada un centenar de veces, pero continúa con una vigencia a veces dolorosa.




