No hay hombre que pueda ofrecer su cuerpo al mar, solo su alma.
Las obras de Darwin Winklaar son honestas y personales. Practican hechizos provenientes de un baile solitario entre la nostalgia y la melancolía donde también los sentimientos de extraños se ven integrados. Mientras excava los recuerdos de su niñez, honra a su madre Violeta con los símbolos culturales que se ven reencarnados en los rituales rutinarios y los hábitos familiares que expone con sus obras.
Dibujo sobre papel. Foto performance, imagen digital. Dibujo sobre papel.
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Darwin Winklaar Nació en el distrito de San Nicolás, Aruba, en 1994. Actualmente estudia en la Academia Gerrit Rietveld, en Amsterdam, donde ejerce su práctica artística. Aunque sea joven, ha realizado una obra extensa en los últimos 10 años, especialmente en la Academia de Bellas Artes Ateliers ’89 y en Cas di Cultura de Aruba, con colaboraciones de artistas locales e internacionales como Elvis López, Glenda Heyliger, Osaira Muyale y hasta Marco Borsato, Raymond Rutting y Folkert de Jong. Su obra más reciente, «TONTI MI MES, MI TA PORDONA» (NO JODA, ESTOY PERDONADO) fue expuesta en la Propuesta de 2018 para un Museo de Arte Contemporáneo en Aruba.
Revista Muu+
Octubre 2018